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El mes pasado el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que la venta de reproductores multimedia que equipan el software necesario incumple la normativa comunitaria en derechos de autor. Esta sentencia afecta a los reproductores de streaming.
Los reproductores de streaming, una verdad conocida por todos
La reproducción temporal de obras que se encuentren protegidas con dispositivos que permiten reproducir de forma gratuita y fácil los contenidos disponibles de manera legalmente en Internet mediante streaming no está exenta del derecho, según el derecho de la Unión.
La corte que tiene sede en Luxemburgo ha dejado claro que vender un reproductor que cumple esta función es una comunicación al público, demandando un nivel alto de protección para los autores.
En este caso el TUE ha equiparado la función de los aparatos con software preinstalado para visionar archivos pirateados con las páginas web que tienen enlaces que llevan a contenidos de obras protegidas sin restricción, dando acceso directo a estos contenidos en cuestión.
La sentencia ha rechazado que la venta de este tipo de dispositivos sea poner a la venta las instalaciones materiales, apuntando que quien lo comercializa tiene conocimiento pleno de las consecuencias de este comportamiento.
La polémica en este caso viene de Filmspeler, una empresa que vende este tipo de dispositivos, con la plataforma holandesa Stichting Brein, la cual defiende los intereses de todos aquellos afectados que son titulares de derechos de autor.
La publicidad en cuestión dice que el reproductor multimedia hace posible que se pueda ver de forma gratuita y fácil en una pantalla de TV material audiovisual que está a disposición de todo aquel que tenga internet sin la autorización de los titulares de los derechos de autor.
El fallo que ha tenido el TUE ha subrayado además que el artículo lo han comprado muchos consumidores y que el uso para visionar contenidos ilegales tiene como destinatarios a todos los compradores potenciales que tengan una conexión a Internet.
La venta de este reproductor multimedia se hace para obtener un beneficio, puesto que el precio que se paga por el reproductor se paga para contar con el acceso directo a obras protegidas disponibles en “streaming” sin que haya autorización de los titulares de los derechos de autor en propietarios de las obras.
Una verdad que todos en el fondo sabemos y que habrá que ver cómo afecta a las ventas de los reproductores en streaming. Seguiremos informando.